Castellana

Origen

Como referencia de antigüedad, la más significativa es la que debe ser de origen africano, traída aquí por los árabes, pudiéndose creer así porque se da el caso que en las tierras del Norte, donde menos duró la dominación musulmana, no era conocida, en tanto que predominaba en aquellas regiones que más tardó en llegar la reconquista.

Hay citas referentes a que la gallina que llevó Colón y los posteriores conquistadores a América pudo ser esta negra española, pues parece que abundaba por allí en la época en que se tiene conciencia e información de las aves domesticas. E incluso se cita que a Isabel de Castilla le gustaban mucho esas gallinas negras.

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Características Generales

Peso:
Gallo: 2,80 a 3,00 Kg (2,30 a 2,60 antes de cumplir el año)

Gallina: 2,30 Kg (1,80 antes de cumplir el año)

Huevos

La gallina es una excelente ponedora, dando entre 150 y 200 huevos anuales, con un peso medio de 62 a 65 gramos. La puesta empieza a los 150 días y los huevos son de color blanco.

MORFOLOGÍA DEL GALLO

Tipo: Mediterráneo, ligero, con espalda casi horizontal y cola elevada

Cabeza: Ancha, gruesa y más bien larga

Cara: Llana y lisa, de textura fina.

Pico: Mediano y fuerte

Ojos: Grandes, vivos

Cresta: De mediano tamaño, la lleva erguida, derecha, con cinco o seis dientes anchos y planos; su parte posterior o espolón ligeramente levantado de la línea del cuello.

Barbillas: Largas, anchas y de tejido fino.

Orejillas: De regular tamaño.

Cuello: Más bien largo y proporcionado al cuerpo, ligeramente encorvado.

Alas: Grandes y bien apretadas al cuerpo.

Dorso: Ancho, largo y ligeramente inclinado hacia la cola.

Pecho: Ancho, profundo y bien arqueado hasta el vientre.

Cola: Bien arqueada, no muy grande y llevada a ángulo casi recto.

Muslos: Largos y robustos.

Tarsos: Gruesos, más bien largos pero proporcionados al desarrollo del cuerpo; limpios de plumas.

Dedos: En número de cuatro, finos y rectos.

MORFOLOGÍA DE LA GALLINA

En la hembra, las mismas características que en el macho, pero con las diferencias debidas al sexo (ausencia de hoces, caireles y esclavina). Además, la cresta está caída a un lado y solo tiene erguida la parte delantera.

PLUMAJE

Enteramente negro con reflejos metálicos en algunas regiones del cuerpo y cola.

COLORACIÓN

Cresta: Roja.

Cara: Roja.

Barbillas: De buen color rojo.

Orejillas: Blancas.

Ojos: Pardo rojizos.

Pico: Córneo.

Patas y dedos: Pizarra oscuro.

Plumón: Pizarra.

Pollito: Negro con vientre blanco.

Anilla

Defectos

Tarsos y dedos de otro color que no sea el pizarra oscuro.
Cola demasiado caída, tanto en el macho como en la hembra.
Plumas grises, blancas o de cualquier otro color que no sea el negro.

Raza perteneciente al Catálogo Oficial de Razas Autóctonas de Ganado del Ministerio de Agricultura.

Raza reconocida por la Entente Europea.

Referencia de textos y/o imágenes de la web de la federación: https://www.fesacocur.es/

MÁS SOBRE SU ORIGEN

Hablando ya de la situación a finales del siglo XIX, que es cuando se establece definitivamente la preocupación por las razas y se lleva a cabo la creación de muchísimas de ellas, nos encontramos con un hecho bastante definido respecto al asunto que nos atañe. En muchas partes de España hay gallinas negras que ya se las nombra con denominativos propios y concretos como si de razas se tratara. Lógicamente, no tienen aún uniformado el tipo y color, aunque ya de antiguo debió de haber una persistencia e interés por ellas.

Desgraciadamente no hay datos históricos de cómo se seleccionó y uniformó la raza Castellana, partiendo de la gallina negra de Castilla.

Durante el siglo pasado, y ya en época algo más avanzada, se comienza a conocer bien en España, como raza más o menos seleccionada, la Castellana Negra. Ahora bien, en la mayoría de las citas de catálogos de razas o patrones, es referida simplemente como “Spanish Black”.

Debido a esta situación y a que, sobre todo en Estados Unidos se sigue llamando a veces simplemente Spanish, en Alemania “Kastilianer” y en Inglaterra como “Castilian”

Es oportuno señalar dos anécdotas que relata Salvador Castelló; aunque se trata de fechas posteriores. En 1921, en la exposición del I Congreso Mundial de Avicultura, en la Haya, España presentó 10 tríos de Castellana, y al día siguiente al de la inauguración estaban ya todos vendidos a avicultores ingleses y holandeses, que pagaron un excelente precio.

En 1926, Georges Cugley, presidente de la firma de incubadoras americanas Buckeye, al terminar una visita a alas ruinas de Itálica, y tomando unos vinos en u n cercano ventorro, oyó el cacareo de una gallina que inmediatamente quiso ver. Al comprobar que era negra dijo que sería Menoría y cuando se le contestó que no, que era andaluza negra y que había muchas en España, comprobando el tamaño del huevo que acababa de poner (70 gr) y que en dicha venta había al menos 15 hembras con algún gallo, dijo “¿Cómo es que teniendo esas hermosas gallinas importan Leghorn y otras razas de Norteamérica e Inglaterra?”

Enrique Pérez de Villamil, ocupó el puesto de secretario de la sección de 
Avicultura en la Asociación Nacional de Ganaderos En razón de dicho cargo fue el principal organizador de los grandiosos Concursos de Ganados, sección avícola, que tuvieron lugar en Madrid en la Casa de Campo los años 1922, 1926 y 1930.

En este mismo escenario, en 1922 la Asociación de Ganaderos comenzó a construir gallineros de puesta donde llevar a cabo los concursos de ponedoras y un gallinero de producción que se pobló de gallinas Castellanas Negras, siendo el encargado de dichas instalaciones D. Enrique Pérez de Villamil.

Bajo su dirección tuvo lugar en las mencionadas instalaciones lo que se podría considerar como un hito en la avicultura española, la implantación de los Concursos de Puesta, comenzando el primero de ellos en otoño de 1923 y prolongándose durante un periodo de 48 semanas.
En las citadas instalaciones de la Casa de Campo, va desarrollando su labor de selección con gallinas Castellanas. Primero, consiguiendo aves lo más ajustadas posible a lo que pretendía, comprando en diversos cortijos y a pequeños avicultores de Castilla la Nueva; y luego, tratando de mejorar la puesta de huevos del lote que va formando.

Muchas aves de las que recolectaba en el campo, eran defectuosas en color y morfología, pero poco a poco va constituyendo un tipo bien uniforme y lo eleva a la categoría patrón de la raza.

En su intento de mejorar la producción de sus aves conservando la calidad excelente de los huevos que ponen, consigue el mejor lote de todos aquellos que podrían considerarse como el tronco básico de la gallina española negra seleccionada y definida como Castellana.

En 1933-34 comienza un tipo de selección, siguiendo las normas del inglés Oscar Samrt, con 16 lotes de un gallo y cuatro o cinco gallinas; llegando a contar para su selección con seis gallineros de 100 aves. Aunque a estas alturas no sean válidas en absoluto aquellas teorías de Smart, no cabe duda de que la obra de Villamil fue meritoria. Representó un trabajo complejísimo y engorroso, pero que tuvo una gran respuesta dado el bajo nivel de productividad en el que probablemente se encontrarían aquellas aves en ese momento y en donde cualquier tipo de selección masal responde positivamente.

D. Enrique debió de ser un hombre tremendamente meticuloso, estricto, metódico, constante y tenaz. En este sentido desarrolló un método de valoración de puesta de las gallinas en función del número de los huevos puestos, pero teniendo en cuenta asimismo el peso de dichos huevos, utilizando como referencia un peso de huevo de 55 g. (valor 1) y asignando un valor directamente proporcional a los huevos mayores o menores de 55 g. Este método fue bautizado con la denominación de “los cocientes de Villamil” y fue adoptado posteriormente.

La Asociación General de Ganaderos del Reino encomendó a su Sección de Avicultura que estudiara y redactara el Patrón Oficial de la Raza Castellana Negra, estableciendo las diferencias con los caracteres de la Menorca.

En 1926 el secretario de la dicha sección, D. Enrique P. de Villaamil, propone dicho patrón. En 1926 – 27 figuran Castellanas Negras, en el Concurso Nacional de Ponedoras. En 1928 Villamil presenta la Castellana Negra, como raza bien definida, en la Asamblea Nacional de Avicultura,
celebrada en la Casa de Campo de Madrid. Por fin en la Asamblea de 1930 se aprueba aquel patrón propuesto anteriormente por él.

Como avicultor particular, tuvo también la Granja Villamil en Canillejas, Madrid. Por todo ello es por lo que se considera que este avicultor es el principal puntal de la constitución de la raza Castellana Negra; partiendo, claro está, de la labor que otros más desconocidos habían comenzado antes.